Italia es el sexto país en el área de la OCDE y el cuarto en la europea por valor del Producto Interior Bruto. La producción italiana representa más del 13% del PIB de la Unión Europea.
Por características de la estructura productiva, la composición italiana por sectores de actividad económica resulta similar a la de los principales países europeos, con el 27,7% de la producción en el sector manufacturero y de la construcción y con casi el 70% en el de los servicios. Dentro de este último sector, el comercio, el transporte y las comunicaciones absorben una parte del PIB mayor que la media de los países europeos.
Situada en el corazón del Mediterráneo, Italia es un centro crucial para las conexiones por carretera, mar y aire entre el Norte y el Sur de Europa.
El mercado italiano ofrece innumerables oportunidades a las empresas en expansión, con casi 60 millones de consumidores y un PIB que ocupa el cuarto lugar en Europa.
Gracias a su ubicación estratégica, Italia permite llegar fácilmente a los 396 millones de consumidores en los demás Estados de la Unión Europea y a los 240 millones de África septentrional y de Oriente Medio.
Ha conquistado una posición líder (11% de la cuota de mercado europea), con un volumen de negocios de unos 65000 millones de euros.
En Europa, Italia ocupa el primer lugar como país con el menor costo de instalación para el sector de la biotecnología, el segundo lugar para las pruebas de productos en las actividades de investigación y desarrollo, en la química y en la electrónica.